sábado, 23 de mayo de 2015

Alejandro Fernández: Prende al Domo Care


Aunque fue la tercera vez que presentó su espectáculo Confesiones World Tour en la ciudad, la gente enloqueció con “El Potrillo”


Martín Fuentes
Foto: Pedro Ortiz

¡Vaya que sus fans tenían ganas de él!

Aunque Alejandro Fernández presentó aquí por tercera ocasión su espectáculo Confidencias World Tour, para el público que la noche del viernes llenó el Domo Care, fue como verlo por primera vez.

Y es que las casi 6 mil personas, que acudieron a su primera cita con “El Potrillo” no dieron tregua al artista… ni el artista dio tregua a sus admiradores porque a lo largo de más de dos horas ambos vivieron una perfecta comunión: Alejandro dando lo mejor de sí y la gente, dispuesta a recibir su música con gran pasión y entrega.

Desde que el hijo menor de Vicente Fernández pisó el redondel, a las 23:24 horas del viernes, el Domo vibró con intensidad. Los gritos de la audiencia, los aplausos y la emoción de ver a su artista fueron constantes.

Por su parte, “El Potrillo” ofreció un espectáculo irreprochable, cantó todos sus hits, canciones de su padre y hasta un tema de Antonio Aguilar.

Eso sí, es malo para contar chistes porque en una de las escasas ocasiones en las que habló con la audiencia, intentó provocar la risa del público, con poco éxito.

De lo que sí puede sentirse orgulloso es de la enorme atracción que ejerce sobre el sexo femenino. Las mujeres presentes, casi al borde del desmayo, hacían hasta lo imposible por llamar la atención del artista para que se acercara a ellas.

Cuando lo lograban y robaban un beso o tocaban la mano del intérprete, eran presas de la histeria.

Con el cabello muy corto, la barba entrecana y muy sonriente comenzó su show con un popurrí: "Ay, amor", "Qué bueno", "Avísame", "Para qué te vas", "Si tú no vuelves" y "Piel de niña".

Al principio, apenas saludó mientras daba tragos a una bebida: "¿Cómo estamos?".

Aunque apenas iban menos de 15 minutos de presentación, Alejandro ya tenía al público en la mano con "Qué voy a hacer con mi amor" y "Qué lástima”

“Monterrey es una de las mejores ciudades de México y ésta, una de las mejores ferias. Gracias por tantos años. Los queremos invitar a que se olviden de todo,  de los problemas y la vamos a pasar increíble. Y ahora esta canción la vamos a dedicar a todos los caballeros, les vamos a dar un tip de cómo se tratar a las mujeres”, dijo antes de “Mátalas”.

Después de esta ranchera siguió con los boleros, mientras sus 19 músicos, mariachi incluido, le daban una réplica perfecta.

"Estuve", "Hoy tengo ganas de ti" y “Cascos ligeros” llevaron a los espectadores por diferentes estados de ánimo, pero fueron igualmente bien recibidas.

Uno de los mejores momentos de la noche fue cuando Alejandro cantó “No”, a la que llamó “una de las mejores de Armando Manzanero”.

Las mujeres enloquecieron cuando mientras cantaba "Tantita pena", el artista movía su pelvis de forma coqueta y sexy. Luego se puso nostálgico con "No lo beses" y "Ella", de José Alfredo Jiménez.

Pero la euforia estalló cuando incluyó en su repertorio "El corrido de Monterrey", "Nadie", "Me haces tanto bien" y "Te amaré".

El show estaba en su mejor momento y Alejandro cantando como nunca. Ya para esa hora (después de la medianoche) se dio permiso de tener contacto más directo con el público y dejó que incluso lo besaran en la boca.

Intentó hacer un chiste que no le salió: “¡Ay, Dios!, huelo a mujer!... A veces, cuando llegó a mi casa, me dice mi vieja: ‘hueles a mujer’… y yo le digo: ‘¿a qué quieres que huela…?’”. Al ver la poca repercusión de su comentario añadió: “Bueno, el que entendió, entendió”.

"Nube viajera", "Te voy a perder", "Canta corazón", "Unas nalgadas", "Serenata huasteca", "Me dediqué a perderte" y "Es la mujer" se escucharon una tras otra.

El gran momento llegó cuando incluyó "Si tú supieras /No sé olvidar", y desde luego, "Como quien pierde una estrella", la más esperada de la noche, que presuntamente era la última de la noche.

El reloj marcaba las 01:06 horas y la audiencia se resistía a dejar que Alejandro se fuera.

Al grito de “¡Alejandro, Alejandro, Alejandro!”, hicieron que volviera, aunque el artista no se hizo mucho del rogar. Sonriente, con la satisfacción dibujada en el rostro y dipuesto a complacer a todo mundo, retomó el redonel con "Se me va la voz" y "Abrázame".

Aprovechó para hacerse una coleta y dirigirse a la gente: “La mejor herencia que  he recibido en la vida es la música”.

Y procedió a homenajear a su papá, el legendario Vicente Fernández, con un popurrí de sus mejores canciones: "Las llaves de mi alma", "Por tu maldito amor", "Mujeres divinas", "Me voy a quitar de en medio", "Para siempre", "Hermoso cariño", "Estos celos"  "Acá entre nos" y "De qué manera te olvido".

“Esta que sigue no es mía ni de mi papá, es del gran Antonio Aguilar”, comentó antes de “Un puño de tierra”.


Ya eran las 01:47 horas y el público insistía en que continuara el show, pero Alejandro tuvo una salida genial: “Mañana nos vemos” y se retiró aunque a la salida del redondel fue interceptado por varias mujeres que le jalaron la ropa para detenerlo. A cambio obtuvieron besos. 

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