jueves, 29 de mayo de 2014

¡La pura salsa con Marc Anthony!




El cantante deleita con un magnífico espectáculo y su poderosa voz a 7 mil fans en el Auditorio Banamex

Martín Fuentes y Miguel Ángel Arritola
Fotos: Cortesía OCESA /Auditorio Banamex

Y como dice el coro de su canción: "¡Voy a vivir… voy a gozar!", anoche Marc Anthony cumplió al pie de la letra y logró que 7 mil regiomontanos armaran tremenda fiesta en el Auditorio Banamex, en el primero de sus dos conciertos.

El centro de espectáculos, a su capacidad, se cimbró con la salsa de Marco Antonio Muñiz, su nombre verdadero, que sorprendido por su éxito en tierras regias, no paró de agradecer la respuesta del público a su espectáculo Vivir mi vida.

A poco más de cuatro años de haber a actuado en la ciudad por primera vez, el astro nacido en Nueva York, regresó para comprobar que su popularidad, en una tierra en la que la salsa no es un género popular, es arrasador.

Sorprendente fue también darse cuenta que las 7 mil personas se sabían cada una de las 14 canciones que integraron el repertorio en el que no hubo cabida para el descanso.

Tema tras tema Marc Anthony deslumbró con su potente y educada voz, pero fascinó con su galanura, coquetería y esa sensualidad que ha conquistado a la ex Miss Universo Dayanara Torres y a Jennifer Lopez.

No se le puede reprochar que haya sido impuntual. Su llegada al escenario, a las 21:56 horas fue un sueño largamente esperado por sus fans después de que el artista pospuso sus presentaciones de principios de año por motivos de salud.

Así que pocos se atrevieron a reclamarle esa casi media hora de espera y cualquier molestia fue disipada en cuanto Marc apareció.

Alto, delgado y vestido enteramente de negro, de inmediato ejerció su poderosa personalidad para fascinar al sexo femenino mientras los hombres no podían menos que admirar su talento y la producción del show.

Una espléndida orquesta y tres coristas acompañan al intérprete en la parte musical. En cuanto al montaje del espectáculo hay que resaltar la funcionalidad de los tres niveles sobre los que se encontraban los músicos y el perfecto juego de luces.

Tres pantallas al fondo del escenario complementan la producción.
"Valió la pena" una canción que parecía dedicada a todos los que esperaron al cantante, abrió la velada.

Al grito de "¿Dónde está mi gente?", provocó los primeros gritos de la noche al tiempo que lanzaba besos y coqueteaba cuando le tomaban fotos con los celulares.

De inmediato, apenas en la segunda canción, "Y hubo alguien", ya era dueño de escenario; lo recorría de lado a lado con gran familiaridad, mientras se quitaba los lentes.

"Hasta ayer" fue el pretexto para que su violinista diera rienda suelta a su talento en un solo impresionante.

Ya en confianza, Marc saludó: "¡Qué rico, qué honor, qué placer! Si no saben, en un concierto de salsa se baila, se pueden parar; se hace bulla. Esta noche tenemos un poquito de todo.

“¿La están pasando bien?, ¡qué lindoVamos a cantar un poquito de todo”.

Luego leyó una pancarta de una fan: “Esperé 1708 días para verte; esperaría más. No tardes tanto en regresar”.
Siguió el show con Volando entre tus brazos” y al finalizar paró el show para solucionar un "problemita" con el audio.

Dijo que “Contra la corriente” era una de sus favoritas, pero aun así dejó que su timbalero acaparara los reflectores.

Le dieron una bandera de Puerto Rico y emocionado expresó: “No sabes qué significa la bandera de mi patria, tan lejos, pero sintiéndome en casa”.
Echó por tierra las leyendas urbanas que rodeaban la canción “Y cómo es él?”.

“Es la favorita de mi papá y de mi mamá. Siempre me dijeron que se trataba sobre la hija del protagonista. Pero cuando la grabé tuve el honor de conocer al compositor, José Luis Perales, y me dijo que no, que se trataba de una historia personal cuando se enamoró por primera vez a los 16 años”.

Pero más que salero y bulla, Marc es también un enorme talento como intérprete y lo demostró con “Vivir lo nuestro”, que le mereció una gran ovación de pie.

Sin embargo, aunque le fascina demostrar su capacidad vocal, lo suyo es la pachanga por eso volvió a ponerse sabroso con Nadie como ella” y “Qué precio tiene el cielo”.

Casi al final del show reveló que gracias a “Hasta que te conocí”, de Juan Gabriel, retomó sus raíces.

“Te conozco bien” y “Mi gente”, de Héctor Lavoe dejaron al público con el entusiasmo por todo lo alto cuando Marc salió del escenario.

Pero era obvio que no se iba a ir sin antes cantar “Tu amor me hace bien” y dejar para el cierre del concierto “Vivir mi vida” con al que se armó una gran fiesta de música, baile y color.
Marc besó el piso del escenario y pidió a sus fans: “¡La vida es una, a gozar! Dios me los bendiga, hasta pronto y muchas gracias”.

Eran las 23:44 horas y el público aún se resistía a abandonar el auditorio, quizá esperaban que Marc volviera para cantar “Ahora quien”, uno de sus más grandes hits que, inexplicablemente, no formó parte del set list.

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